Una bestia. No soy exactamente un lobo, ni un oso, ni un gorila, ni un perro, sino una criatura nueva y horrible que camina erguida. Una criatura con colmillos y garras y con pelo en todos los poros de mi cuerpo. Soy un monstruo. ¿Crees que esto es un cuento de hadas? Para nada. Sucede en Nueva York y sucede ahora. No es una deformidad, ni tampoco una enfermedad. Y me quedaré así -condenado- a menos que pueda deshacer el hechizo.
Sí, el hechizo que me lanzó la bruja con la que iba a clase de inglés. ¿Por qué me convirtió en una bestia que se oculta durante el día y sale a merodear por las noches? Te lo contaré. Te contaré cómo solía ser Kyle Kingsbury, el chico que te gustaría ser, con dinero, el físico perfecto y la vida perfecta. Y después te contaré cómo me convertí en la perfecta… Bestia.
OPINIÓN
Kyle Kingsbury es un chico que lo
tiene todo, excepto quizá una familia que le demuestre cariño. Pero no le falta
tener lo mejor del mercado, una escuela muy cara y todo el instituto a sus
pies. Es popular, rico y muy guapo. No siente compasión por nadie y no le
importa nada más que quedar por encima. Pero un encuentro con una misteriosa (y
horrible) chica, hará que su vida cambie por completo. Cuando quede convertido
en un monstruo y se vea obligado a renunciar a todo lo que tenía, incluso tenga
que vivir solo y alejado de los demás, se dará cuenta de que hay cosas mucho
más importantes que la apariencia.
No hay duda que se trata de la
historia que todos conocemos: La Bella y la Bestia. En este caso, Bestia no es
más que un chico de instituto, que se cree superior a los demás y lleva una
vida demasiado buena, y Bella una compañera suya, hija de un drogadicto que la
trata mal. Los nombres son distintos, las circunstancias también, pero la
esencia del cuento es la misma y al final de la lectura nos transmite la misma
moraleja.
Se trata de una novela muy simple
en realidad, que no destaca por una narrativa muy elaborada. Pero muy a mi
pesar, me ha gustado mucho. La he disfrutado, he odiado a Kyle cuando no se
comportaba nada más que como un niñato, y una vez que comencé a leerla, no pude
parar. Seguro que muchos opinaréis que es una pérdida de tiempo leer libros
como éste, pero lo he disfrutado como una enana. De nuevo os digo que ha sido
como volver a la infancia, sólo que con una perspectiva un poco más realista
(si se puede decir), o más acorde a la realidad al menos.
Una de las cosas que más me ha
gustado ha sido ver la evolución paulatina que sufre Kyle, tanto que llega un
momento en que decide cambiar de nombre porque se da cuenta de que su antigua
identidad no lo representa. Empieza siendo un chico despiadado, al que no le
importan los sentimientos de los demás y que se deja llevar por la impresión
que le sugiere el aspecto físico de las personas, y acaba siendo algo
totalmente distinto.
La historia está muy bien llevada,
es muy entretenida y atrapa desde las primeras páginas. Repito que no es nada
del otro mundo, de hecho es más bien simple, pero me ha gustado mucho, tanto
por la forma en la que se desarrollan los acontecimientos, cómo está narrada, y
la evolución de los protagonistas.
En resumen, La Bestia es una
adictiva novela juvenil, con una bonita moraleja y unos personajes entrañables.
Es un cuento clásico narrado desde una perspectiva contemporánea, de una forma
entretenida y sencilla. Un libro ligero, perfecto para leer en verano.
*Con la colaboración de Versátil.